Cada año lectivo tenemos un tema principal, que utilizamos como linea principal de curso. Renombramos las clases con esta temática o hacemos talleres especiales. Siempre, la música y los cuentos son dos elementos que mantenemos como puntos principales del día a día.
En primer lugar, el tema principal es muy importante porque aparte de que nos vaya a acompañar todo el año, tiene que contener dos cosas: Tiene que ser divertido para los niños, que les represente, que les guste, que les hace sentir bien. Y segundo también tiene que ser didácticamente atractivo, motivador y que ayude a nuestros pequeños a crecer durante todo el curso.
También rescataremos muchos de las dinámicas de los cuentos del año pasado, el cuento del mes, los talleres y los cuentacuentos, les encantó y la importancia de la imaginación las historias y los cuentos están sin duda a la altura de la música.
La música es buena en todos los sentidos para los niños, y más a estas edades. Aporta unos pilares educativos fundamentales y aporta beneficios tales como la concentración o la seguridad.
- Aprendizaje. Al igual que con el huerto o los cuentacuentos. No se dan cuenta de que están aprendiendo, y esta manera natural de interiorizar, hace que lo aprendan de manera que no se puede conseguir con un método lectivo. Aprenden jugando, escuchando o bailando. El desarrollo de las capacidades lingüísticas es total. Las letras de las canciones les aportan vocabulario. Las conexiones neurotrasmisoras se generan al ritmo de la música.
- Seguridad y confianza: Los niños se sienten libres. Aumenta la autoestima y la seguridad en si mismos. También aplaudir, golpear con los pies, utilizar los instrumentos rítmicos, fomenta la creatividad. Al igual que genera confianza del trabajo en grupo. Comparten canciones, entran por primera vez en un mundo de colaboración y respeto mutuo con los compañeros.
- Movimiento y actividad motriz. Saltar, correr o la sincronización de los cuerpos en constante crecimiento. Aprenden ritmo a base de saltos. Con algo tan sencillo como una palmada, ayudamos al niño a identificar las distintas partes de su cuerpo. Con esta expresión corporal el niño mejora su coordinación motora, potencia su control rítmico.
- Concentración. Tienen que estar atentos cuando saltar. Cuando escuchar. Se concentran como reto. Son los primeros pasos para estar muy atentos y hacerlo con el grupo. Conseguiremos mejorar su capacidad de aprendizaje, y con ello fomentar habilidades que llegarán mas adelante como la memoria, las matemáticas o los idiomas.
Aparte de estos puntos mas pedagógicos y educativos, a los niños les encanta, gritan saltan, se cansan, y se cansan más, les entra hambre, comen mejor y demandan esa siesta tan necesaria.
Vamos, un “all in one” que hace un super tema para este año que empieza.