“Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que mirando.” Francesco Tonucci.
A través del juego, construimos la creatividad. Así nos surtimos de las herramientas para ser personas resolutivas y crear soluciones alternativas y así tomar mejores decisiones.
Debemos cuidarlos y vigilarlos, pero no estar encima de ellos, que sientan que están libres para jugar como ellos quieran, de manera libre y no estructurada
El juego libre debe ser espontáneo
Edades del Juego Libre
Los bebés empiezan a dirigir sus propios juegos desde los 6 meses.
El juego libre se puede realizar sólo o en compañía, es quizá a partir del año que se empieza con el juego propiamente dicho.
Es cerca de los 2-3 años en los que veremos la introducción del juego simbólico (imita la vida cotidiana) como parte del juego libre.
A los adultos nos corresponde garantizar su bienestar físico, psíquico, afectivo y emocional.
El movimiento y el juego libre son imprescindibles en el progreso natural del niño. En nuestra escuela infantil en Pozuelo, nos tomamos muy en serio la importancia del juego libre ya que mientras juega, el niño/a aprende sobre el mundo que le rodea explorando. Aunque lo hace en libertad, los adultos tenemos un rol muy importante que se ejerce siempre a través de la intervención indirecta. Debemos preparar un espacio seguro y atractivo, con materiales adecuados para la etapa de desarrollo en que esté el pequeño.
Observar no es intervenir
Debemos observar con atención para poder entender cómo se encuentra el niño/a en ese momento. A través de la observación podremos detectar su estado anímico, cómo se sienten e incluso podremos detectar de forma precoz cualquier tipo de anomalía.
Beneficios del juego libre:
- Aprendemos sobre el mundo que nos rodea
- Estimulamos el desarrollo cognitivo y motor
- Desarrollamos destrezas sociales – aprendemos a relacionarnos
- El niño qiue juega libre aprende a concentrarse cuando lo hace de forma autónoma
- El juego es una fuente de resolución de conflictos