Piquio Escuela infantil

No al Castigo. Te enseñamos cómo lo hacemos

Estudios en materia educativa realizados a lo largo de los últimos años concluyen que el castigo no solo tienen ningún beneficio ni aporta ninguna solución al problema que se pueda presentar, sino que además, afecta al autoestima.

En nuestra escuela infantil en Pozuelo, lo tenemos muy claro, no al castigo y sí al refuerzo positivo.

Aunque durante muchos años el castigo ha sido una herramienta utilizada en las familias y en las escuelas, está demostrado que el castigo puede aportar una reacción inmediata a aquella actitud que se ha podido producir, pero no es condicionante que garantice que no se va a volver a producir dicha situación.

Con todas estas razones, son más que suficientes los argumentos para apostar por no castigar y sí trabajar el refuerzo positivo.

¿Qué es el refuerzo positivo?

Desde que nacemos estamos en constante aprendizaje, observamos el comportamiento de los demás y lo integramos para conformar nuestra personalidad.

Sin embargo, también está en nuestra naturaleza tener ciertos comportamientos inadecuados, retar a nuestros mayores, querer salirnos con la nuestra, desobedecer… Seguro que todo esto os resulta muy familiar… sin embargo, cuando esto se produce

¿cómo podemos saber la mejor forma de actuar?

La respuesta es con el refuerzo positivo, el amor y el cariño.

El refuerzo positivo,  es la forma de potenciar comportamientos que son positivos, que sí queremos reconocer, respecto a los comportamientos negativos.

No confundir Refuerzo con Premio

Es importante no confundir el refuerzo positivo con el “premio”, dado que no consiste en esto, sino en aportar nuestro reconocimiento cuando el niño ha actuado de forma adecuada.

Para un niño, captar la atención de sus mayores y que éstos se sientan orgullosos de dicho comportamiento, es más que un refuerzo positivo.

Si ensalzamos estas acciones, conseguiremos que queden selladas e integradas por parte del menor y de ese modo se genere una perpetuidad en ese comportamiento, que prolongará en el tiempo aquella acción que ha sido reforzada.

¿Qué hacer cuando percibimos un comportamiento negativo, a través de esta técnica?

Dado que en muchas ocasiones el menor lo que busca es la atención de los adultos y provocar alguna reacción, en nuestro caso no contemplamos el castigo y a través del refuerzo positivo, mostramos al alumno que con esta actitud no va a conseguir nada por nuestra parte y hasta que no deje de tener esta actitud no se le prestará atención.

También podemos utilizar economía de fichas, de las que os hablaremos en otro post.

¿Qué se consigue con el refuerzo positivo?

Claramente no castigar y apostar por el refuerzo positivo consigue; alumnos más felices, motivados, que admiran a sus profesores porqué son su referente, refuerzas su seguridad, así como su autoestima.

Para nosotros, en nuestra escuela, no castigar y sí mantener el refuerzo positivo es parte de nuestra seña de identidad en un modelo educativo innovador y con identidad propia.

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